Hoy escribo sobre un tema no relacionado a emprendimiento, tecnología o negocios, pero si de actualidad y que particularmente atrajo mi atención por la incapacidad de los gobiernos del mundo de resolverlo a tiempo. Me refiero a la epidemia de Ébola en África occidental, que me imagino muchos lectores están siguiendo en las noticias. El Ébola es un virus muy peligroso que produce una fiebre hemorrágica con una tasa de mortalidad muy alta alrededor de 83%, aunque varia por brote. El virus tiene una evolución muy rápida, siendo altamente contagioso por contacto con órganos y fluidos corporales una vez que los síntomas aparecen, típicamente luego de 5 a 12 días de incubación. Este es el periodo donde una persona aparentemente sana puede desplazarse a otros centros poblados llevando el virus sin ser detectado.
El virus se conoce desde 1976 en África, pero los brotes epidémicos siempre se habían dado en pequeñas poblaciones remotas, afectando a relativamente pocos individuos. En la epidemia actual ha habido más casos que en toda la historia conocida del virus. No existe una vacuna para el virus ni ningún tratamiento farmaceútico aprobado.
El brote actual comenzó en un área remota de Guinea hace unos nueve meses y de ahí se ha extendido a cinco países, siendo Guinea, Liberia y Sierra Leona los mas afectados. El último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) pone el número de casos en 4,985 de los cuales 2,461 han fallecido (es importante notar que el número de fallecimientos tiene un desfase de unos 8-10 días con el numero de casos reportados). Mas allá de la terrible tragedia, lo más preocupante es que la mitad de estos casos se han dado en los últimos 21 días, con lo cual la expansión del virus está mostrando un comportamiento exponencial. El siguiente gráfico muestra la evolución de nuevos casos diarios, con cifras a agosto, por país, donde se puede apreciar que la epidemia se está acelerando especialmente en Liberia.

Fuente: Nishiura y Chowell
El crecimiento de casos, genera que las muertes por el virus se acumulan de forma exponencial en Liberia, donde la situación pareciera estar fuera de control.

Evolución de Muertes por Ebola. Fuente: BBC
Una vez que un paciente muestra síntomas, es relativamente sencillo detener el contagio siempre que reciba tratamiento en instalaciones especiales y con personal preparado y protegido para este riesgo biológico. Parte del problema principal en la epidemia actual es que estos países ya no cuentan con instalaciones para atender al número de pacientes infectados, creando la oportunidad para contagios exponenciales.
Increíblemente la ayuda internacional a estos tres países afectados fue mínima hasta esta semana. De hecho la principal entidad que ha estado trabajando con los tres gobiernos ha sido la ONG Médicos sin Fronteras, quien al tener una importante presencia en la región, estableció centros de atención de víctimas de forma relativamente efectiva.
Recién esta semana varios gobiernos, especialmente el de Estados Unidos, han anunciado la asignación de recursos y personal considerables, incluyendo personal militar, a contener el virus en esta región. Finalmente los gobiernos han entendido, o probablemente ya lo sabían, y solo ahora se han decidido a tomar responsabilidad en detener una epidemia, que de saltar a otras áreas del mundo, podría desatar un escenario apocalíptico mundial.
Un elemento que muestra la gravedad de la emergencia, de nuevo más allá de la tragedia humana que significa, es que las Naciones Unidas estiman el costo de parar la epidemia en $1,000 millones de dólares. Esto para tres países con una población combinada de 21 millones de habitantes – menor a la de la Ciudad de México – y una economía de $23,200 millones – un costo de 4% de su producción anual.
Esperemos que con esta reacción mundial sea posible prevenir que la epidemia se extienda a otros países y pararla donde ya se encuentra. Estimados econométricos generados por diversos científicos ponen el numero de infectados en cientos de miles, muy por encima del estimado de 20,000 por la OMS, quien por cierto tiene un interés en no generar pánico ante esta epidemia.
Finalizo recomendándoles un artículo de la revista Vanity Fair que describe como comenzó y se expandió la epidemia. Realmente fascinante.