Muchas corporaciones en México no entienden que tienen que cambiar su forma de hacer negocios y especialmente como tratan a sus clientes. Fui testigo de uno de estos casos esta semana. El corporativo: Telcel, el negocio en México de América Móvil quién es el operador celular más grande México.
Un startup recién creado necesitaba obtener dos líneas celulares. Se presentaron en Telcel como primera opción. Grave error. Les pedían una cantidad absurda de documentos incluyendo el acta constitutiva, RFC (el identificador fiscal) y comprobante de domicilio. Este último a nombre de la empresa, lo cual se volvía una imposibilidad al ser un startup sin ningún servicio contratado. Ah, y todo en original y copia! Además que tenia que estar el representante legal de la empresa en persona. Una burocracia privada peor que la de cualquier gobierno.
Obviamente tanto la empleada de atención como su supervisora explicaron que sin TODA la documentación era imposible obtener líneas. Telcel estaba haciéndoles un favor al considerar atender a este nuevo cliente. Que la empresa fuera a pagar por el servicio era irrelevante.
Anexo la planilla de “PRESOLICITUD” de Telcel que explica en detalle y elegancia la burocracia absurda que tienen. Me imagino que lo de “PRESOLICITUD” significa que te pueden rechazar a su antojo si no les gustas como cliente.
Entendiblemente los emprendedores, con un startup de internet, decidieron que esto era un absurdo.
Plan B: una oficina de AT&T en el mismo centro comercial. Ante la pregunta de qué documentación se requería, la respuesta fue un simple “solo el RFC”. “Te lo podemos pasar por email?”, respuesta “sin problema”.
En 10 minutos estaban las líneas listas.
Esta es la diferencia entre una compañía que compite por ganar un cliente y una con visión monopólica que realmente no sé ni en qué piensa. Creo que el negocio se le va a complicar a Telcel. Por cierto AMX ha perdido mas de 30% de su valor en Bolsa en el último año. Mientras escribo esto, vi la noticia que solo hoy la acción perdió mas de 10% tras anunciar resultados peor que lo esperado debido a la “fuerte competencia en México”. Para mi gran parte de su problema no es la competencia, es que Telcel no sabe competir.
Más allá de la anécdota, este es el tipo de fricciones que los emprendedores y sus emprendimiento viven en México todos los días. Corporaciones y un ambiente de negocios más preocupados en cumplir reglas absurdas e inútiles que ser eficientes y competitivos. Por eso muchos de estos dinosaurios están siendo “disrumpidos” (si existe la palabra) por startups basados en tecnología y foco en el cliente.